Guarderías y madres pesadas

El pasado jueves fuimos a apuntar a nuestra hija a una guardería ya que le encanta estar con otros niños y para que podamos movernos con más libertad esas horas del día a la hora de buscar trabajo, tanto mamá como papá. El caso que tras varios intentos y toda una odisea para intentar meterla en una pública (si quieres conocer la historia te enlazo al post de mi mujer Lidita Swan) al final irá a una privada que nos queda cerca de casa. Ese mismo día, la directora nos comunica que a la tarde hay una reunión para que vayamos.



Yo ya conocía esta guardería porque es a la que iba mi ahijado, ahora ha cambiado de manos pero el recinto está exactamente igual que cuando lo conocí años atrás.  El caso que al llegar nos encontramos allí con más papás y mamás y a los bebés, tanto a los que compartirán la clase con mi hija como a los más mayores de 2 años. Al llegar a la sala empieza la charla y a explicar varios puntos que podrían ser exigencias sino fuesen tan coherentes. Esto es lo que me sorprendió y lo que me ha llevado a escribir este post, ¿De verdad hay gente tan descuidada para no proveer a su hijo de lo básico para pasar el día? El caso es que empezó dándonos el calendario escolar con los días festivos y aquí ya empezaron algunas madres a desvariar. ¿Este día que está marcado no hay clases no? Señora, pues evidentemente NO, si está marcado es porque no hay, cállese y atienda. Aunque ella siguió preguntando por otras fecha marcadas, se ve que el concepto de "los días marcados son festivos" no lo captó muy bien a la primera.

Pero lo gordo viene después, cuando esa pobre muchacha (la directora, que sé perfectamente que es menor que yo al menos 3-4 años) tiene que empezar a pedir cosas tan obvias como que no le lleven al niño medicamentos por primera vez allí porque no se los van a suministrar o que le echen una muda al bebé por si se mancha, contándonos que esa misma mañana un niño se había tenido que ir a casa con una camiseta de 5 años. Además de advertir que por favor no se le pusiera ropa incómoda de quitar a la hora de cambiarlos o si van al W.C. solitos porque les entorpece. Además, la encargada de un año que será la profesora de mi hija nos contó que ella pedía un paquete de pañales al mes y uno de toallitas pero que el año pasado tuvo muchos problemas con los padres y ha dejado de hacerlo. Ahora todo es de ida y vuelta, se le mete al bebé los pañales necesarios en la mochila y unas toallitas porque luego tiene que estar mendigándole a la gente pañales para su bebé. Nosotros no tenemos problemas y como mi hija solo puede usar una marca de pañales nos ha dicho que sin problemas le llevemos un paquete con su nombre y se lo deja en clase solo para ella. Para mi es de pura lógica que si la maestra de tu hijo te pide pañales porque no tiene es llevárselos al día siguiente, no por ella ni por nadie sino por tu hijo.

Otra cosa que me asombró es cuando empieza a hablar del tema batas escolares. Nos comenta que ella no la exige pero que el que quiera que le lleve una a su hijo azul y de cuadritos porque si pintan o hacen cualquier actividad se pueden manchar. Que fueran conscientes de que son niños y que se mancharan la ropa tanto jugando como haciendo proyectos y que para evitar que salieran de allí manchados lo mejor era traer una muda limpia. Que se tenga que justificar de que los niños pueden salir manchados antes de que vayan a ponerle quejas es porque estará acostumbrada a recibirlas. ¿Señora, me cuenta usted que su hijo en su casa no se ensucia? Lo atará usted a la silla como poco porque sino es increíble. Ayer mismo a mi hija le tuvimos que cambiar 3 veces de camiseta porque cuando no se escupe el agua se ha puesto perdida con el desayuno o ha tocado lo que no debería de tocar.

A esto se le sumaban cosas como pedir que cuando el bebé estuviera malo no lo llevaran a la guardería (yo flipo, pero es que cuando lo piden será porque ya ha habido casos) o que aquello no era la Casa de Tócame Roque y podía ir cualquiera a recoger al niño. Que solo dejan a los padres y, previo aviso por algún incidente, a personas autorizadas en alguna ocasión. Yo salí de allí un poco alarmado y es que todo esto me pilla de nuevas, ¿Existe gente así? Pues se ve que sí, y quizás sea yo que me asombro de cualquier cosa pero la hoja que se nos entregó hubiese sido más útil reconvertida en papel higiénico. Todo lo que ponía era de sentido común y lo triste es que tengan que hacerlo porque hay gente que no lo tiene. El mundo jamás dejará de sorprenderme así que tendré que empezar a adaptarme a estas cosas. He dicho.

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