Hijo no buscado, Hijo no deseado

¿Alguna vez habéis oído eso de "Hijo no buscado, hijo no deseado"? Yo sí y me encantaría patearle el hocico a quién la dice porque hay casos y casos. Hoy vengo a hablar de mi experiencia y de lo que amo a mi hija por encima de todo a pesar de no haberla buscado. Quiero desmontar este mito de que los que buscan quieren más a sus hijos que a los que nos vino de sorpresa, vuelvo a repetir que hay casos y casos y yo hablaré del mío.



Nosotros no buscamos a nuestra hija y no fue por falta de ganas. Teníamos 25 años, acabábamos de terminar la carrera y queríamos continuar con un máster así que decidimos aparcar nuestras ganas de paternidad a cuando ésto hubiese ocurrido. Sí, siempre habíamos hablado de crear nuestra familia porque los dos teníamos ganas de ser papás. En mi caso, siempre he querido ser papá joven porque a mi eso de tener 60 años y mi hijo 18 nunca me ha llamado. Cuando hablábamos del tema entre amigos llegaba a decir "yo no tengo ya un hijo porque no tengo donde caerme muerto" y era verdad, la economía lo echaba todo atrás.

En definitiva, no estábamos en condiciones de buscar a un bebé por más ganas que tuviésemos de tenerlo. Éramos conscientes de nuestras limitaciones y no pudimos emprender una búsqueda activa de hijo. Eso no impidió que algo de arriba, llámese Dios o lo que sea, nos mandara al tesoro más preciado que tenemos en nuestra vida. En el momento que me enteré de que mi señora estaba embarazada tenía una dualidad de emociones. Por un lado estaba muy ilusionado y quería llorar de alegría; por otro lado, tenía miedo, no tenía un trabajo ni nada con lo que mantener a esa niña, así que estaba cagado de miedo.

Allí estábamos nosotros, con 25 años y esperando a un bebé que no habíamos buscado, pero que, desde luego, lo esperábamos con ansias y con todo el amor del mundo. ¿Mi hija no es deseada por no haberla buscado? Mi hija era lo más deseado del mundo, tanto que las ganas pudieron con la realidad y terminó viniendo al mundo.

Es cierto que siempre se ve en las noticias gente que no quería a sus bebés y acaban arrojándolos a la basura o abandonándolos pero esto no debería servir para crear una regla tan absurda como la que estamos hablando. Eso solo confirma que hay mucho hijo de puta suelto en el mundo y sin el más mínimo corazón, pero no que los padres que no hemos buscado a nuestros hijos no les queremos, o les queremos menos que quienes los han buscado.

No busqué a mi hija, no por falta de ganas, repito, sino de medios, pero la deseaba con toda mi alma. Esperé su llegada con toda la ilusión del mundo y la tuvimos sin tener nada en la vida. Deseaba ser papá más que nada en el mundo y aguardaba la llegada de mi bebé como un niño espera Los Reyes Magos el 6 de enero. Así que meteros vuestros pareados y dichos populares de siglos pasados por donde os quepa. Dejad de ofender, dejad de pensar que vuestras opciones fueron las mejores, es patético.

Comentarios

  1. ninguno de mis hijos fue buscado los dos llegaron de improviso y son lo que mas quiero en la vida y de lo que estoy mas orgullosa nunca es bueno generalizar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me consta que quieres mucho a tus hijos y ellos a ti también =P (LL)

      Eliminar
  2. Mi caso es similar y distinto a la vez, nuestra economía sí nos permitía la paternidad pero no era nuestro plan ni a corto largo plazo. Pero apenas vimos el positivo en el.examen, lo deseamos y lo amamos cada día más y más, él es nuestra sorpresa más grata y adorada

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra encontrar otras personas que opinen como yo y hayan tenido este mismo sentimiento. Un saludo.

      Eliminar
  3. Hola,

    Yo si soy una hija no deseada, ni buscada.. (tengo 28 años ) y puedo decirte que aquí en Europa, hay muchos más casos como el mío que cómo el tuyo, pero suele dar vergüenza hablar de ello por el linchamiento social que puede conllevar abrir tu alma en estos temas. Solo decir que, no es lo mismo no deseado que tenerlo por sorpresa. Un hijo que no deseas tener, suele aparecer en tu vida como un extraño para ti, alguien que se instala por sorpresa y tambalea tu mundo individual. Hay casos de madres con envidia hacia sus hijos, madres que pasan por una desesperada depresión post-parto y que no reconocen a esa vida como suya, madres que no desean ser madres y dejan el hogar familiar, y el que lo sufre es el niño/a. En mi caso, no hay día que no lamente haber nacido en ese hogar y me pregunte porque coño estoy aquí.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario