Desde mi llegada a la blogosfera pa/maternal he visto muchos post en los que se hablan de las visitas al hospital después del parto. A mi el resultado de estos artículos me ha sorprendido y es que casi todos tienen una visión muy distinta de la mía. Visitas, ¿Sí o No? Hoy voy a contar mi experiencia, si me gustan las visitas en el hospital o no y cómo se viven esta situación en mi entorno.
Como os digo, he visto muchos tweets (puedes seguirme en @papagadesblog) y post en varios blogs en los que se condenan las visitas de familiares y amigos en el hospital. Yo en este tema seré la nota discordante y ya os voy adelantando que yo estoy totalmente a favor de visitar y que me visiten para que conozcan al bebé. Ante todo, respeto toda opinión y me parece lícito que cada uno tenga su elección respecto a este tema, pero no puedo evitar que me chocara ver tanta oposición a las visitas hospitalarias.
En nuestro caso estuvimos acompañados en todo momento, ya os hemos contado (tanto en este blog como en el de mi mujer) en nuestra experiencia del parto que estuvimos muchas horas hasta que la pequeña nació. Avisamos a la familia más cercana y allí estuvieron tanto mi suegra, como mis padres, mi hermano y la prima de mi mujer. Se fueron rotando y tal, además que en la habitación no podía haber más de 3-4 personas a la vez. A mi no me molestaba nadie, al revés, agradecía que estuvieran allí apoyando y dispuestos a ayudar en lo que hiciera falta. Cuando la pequeña nació estos mismos familiares estuvieron allí y mientras llevaban a la mamá al despertar nos fuimos todos a desayunar. Yo di gracias por no estar solo en ese momento, después de todo lo que habíamos pasado no sé como hubiese podido estar esperando sin mi mujer ni mi hija hasta que las trajeran.
Durante el día y los días siguientes vinieron algún tío, por mi parte y por la suya, y las amistades más cercanas, unos 4-5 amigos. Todos con buenas palabras, algún detalle y con ganas de conocer a la pequeña. Obviamente, cuando se junta mucha gente puede ser un auténtico agobio pero si es algo más ordenado a mi no me molesta en absoluto. Mientras no me monten una fiesta flamenca y se me cuele más gente que en la guerra... Una anécdota (me van a llamar el anécdotas) cuando estábamos en el hospital es que al final del pasillo de maternidad había una familia de gitanos y había ciento y la madre en la habitación siempre, las enfermeras estaban constantemente llamándoles la atención porque podía haber como 10 personas en la habitación. Eso es una pasada desde luego, pero una cosa normal a mi, personalmente, no me molesta en absoluto. Si digo más, me parece hasta una ofensa que algún familiar cercano no tenga la deferencia de pasar a conocer a mi hija en un momento tan feliz para nosotros. Imagino que en esto influye la educación que he tenido y la tradición de cada familia.
Yo lo veo así, para mi era un alivio poder bajar a fumarme un cigarro y no dejar sola en la habitación a mi mujer recién parida y con los puntos de la cesárea sola con la niña. Ir a por agua, un refresco, comprar algo de comer, despejarte, o cualquier cosa sin bullas porque están solas en la habitación. Yo no sé en vuestros hospitales pero en este te tienes que levantar e ir a un telefonillo para llamar a una enfermera, si mi mujer estuviera dolorida con los puntos y sin poder levantarse de la cama, ¿Qué pasa? Pues tendría que estar ahí todo el tiempo y eso terminaría agotando aún más de lo que ya cansa un hospital.
Así que por estos dos grandes motivos no me molestan en absoluto las visitas en el hospital, siempre y cuando sean personas queridas y con las que realmente queramos compartir este momento. Por mi las visitas son bienvenidas y quizás me convierta un poco en el bicho raro de la blogosfera jajajaja. La verdad que este tema nunca lo he tratado con mi señora, pero yo creo que pensamos de la misma forma porque cuando lo vivimos no tuvimos ninguna queja por ninguna visita.
Como os digo, he visto muchos tweets (puedes seguirme en @papagadesblog) y post en varios blogs en los que se condenan las visitas de familiares y amigos en el hospital. Yo en este tema seré la nota discordante y ya os voy adelantando que yo estoy totalmente a favor de visitar y que me visiten para que conozcan al bebé. Ante todo, respeto toda opinión y me parece lícito que cada uno tenga su elección respecto a este tema, pero no puedo evitar que me chocara ver tanta oposición a las visitas hospitalarias.
En nuestro caso estuvimos acompañados en todo momento, ya os hemos contado (tanto en este blog como en el de mi mujer) en nuestra experiencia del parto que estuvimos muchas horas hasta que la pequeña nació. Avisamos a la familia más cercana y allí estuvieron tanto mi suegra, como mis padres, mi hermano y la prima de mi mujer. Se fueron rotando y tal, además que en la habitación no podía haber más de 3-4 personas a la vez. A mi no me molestaba nadie, al revés, agradecía que estuvieran allí apoyando y dispuestos a ayudar en lo que hiciera falta. Cuando la pequeña nació estos mismos familiares estuvieron allí y mientras llevaban a la mamá al despertar nos fuimos todos a desayunar. Yo di gracias por no estar solo en ese momento, después de todo lo que habíamos pasado no sé como hubiese podido estar esperando sin mi mujer ni mi hija hasta que las trajeran.
Durante el día y los días siguientes vinieron algún tío, por mi parte y por la suya, y las amistades más cercanas, unos 4-5 amigos. Todos con buenas palabras, algún detalle y con ganas de conocer a la pequeña. Obviamente, cuando se junta mucha gente puede ser un auténtico agobio pero si es algo más ordenado a mi no me molesta en absoluto. Mientras no me monten una fiesta flamenca y se me cuele más gente que en la guerra... Una anécdota (me van a llamar el anécdotas) cuando estábamos en el hospital es que al final del pasillo de maternidad había una familia de gitanos y había ciento y la madre en la habitación siempre, las enfermeras estaban constantemente llamándoles la atención porque podía haber como 10 personas en la habitación. Eso es una pasada desde luego, pero una cosa normal a mi, personalmente, no me molesta en absoluto. Si digo más, me parece hasta una ofensa que algún familiar cercano no tenga la deferencia de pasar a conocer a mi hija en un momento tan feliz para nosotros. Imagino que en esto influye la educación que he tenido y la tradición de cada familia.
Yo lo veo así, para mi era un alivio poder bajar a fumarme un cigarro y no dejar sola en la habitación a mi mujer recién parida y con los puntos de la cesárea sola con la niña. Ir a por agua, un refresco, comprar algo de comer, despejarte, o cualquier cosa sin bullas porque están solas en la habitación. Yo no sé en vuestros hospitales pero en este te tienes que levantar e ir a un telefonillo para llamar a una enfermera, si mi mujer estuviera dolorida con los puntos y sin poder levantarse de la cama, ¿Qué pasa? Pues tendría que estar ahí todo el tiempo y eso terminaría agotando aún más de lo que ya cansa un hospital.
Así que por estos dos grandes motivos no me molestan en absoluto las visitas en el hospital, siempre y cuando sean personas queridas y con las que realmente queramos compartir este momento. Por mi las visitas son bienvenidas y quizás me convierta un poco en el bicho raro de la blogosfera jajajaja. La verdad que este tema nunca lo he tratado con mi señora, pero yo creo que pensamos de la misma forma porque cuando lo vivimos no tuvimos ninguna queja por ninguna visita.
A mí, personalmente, tampoco me molestan (siempre que, como dices, no sean excesivas), pero claro, yo es que he tenido tres partos y tres postpartos de vicio, y desde el primer momento me valía sola perfectamente, y hacía vida normal, solo que con un bebé. Entiendo que si la mami está más cansada, delicada, o más regular por lo que sea, o hay algún problema en la lactancia, o yo que sé qué se yo, puedan molestar un poco más esas visitas. Yo lo que hago como "visitadora" (jajaja) es llamar por teléfono y perguntar sinceramente si les importa que vaya al hospital, o prefieren que vaya luego a casa, o que no vaya hasta que no se "aposenten", pero que me lo digan sinceramente, que yo no me enfado, y en base a la respuesta, así actúo.
ResponderEliminarMi mujer también pasó un postparto genial y eso que fue cesárea, pero es eso. Tu opción es la más acertada, y es así no deberíamos enfadarnos por las decisiones de otros. Muchas gracias por compartir tu opinión, un saludo!
EliminarYo día luz a mi hija un domingo, empieza a contar gente en mi habitación: mis padres, mis suegros, mis dos hermanas y mi sobrina, mis tíos y mis tres primas con el marido de una de ellas, los tíos de mi marido con sus dos hijos y las novias de sus hijos, mis otros tíos con mis otros dos primos y mi abuela y una pareja de amigos q son como de la familia. Menos mal q la habitación era individual y yo estaba de maravilla a pesar de todo. Pero si, prefiero todo el mogollón en el hospital, no estar sola, q mi chico pudiera bajarse con alguien a tomar algo... Y luego en casa ya más tranquilo, escalonado y con visitas cortas.
ResponderEliminarTenías a más gente que en Navidad jajajaja Eso si es un problema porque llega a agobiar, algo más escalonado y planificado sería lo ideal. Gracias por dejar tu opinión, un saludo!
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