Mi hija VS Tecnología

En tan solo 19 meses de vida mi hija ha comenzado su particular lucha contra la tecnología. No es que no le guste, es que es un poco brutita y es capaz de partir todo lo que esté a su alcance. No es algo nuevo, desde sus primeros 6 meses de vida ya nos dio muestras de este odio y nos enseñó de lo que era capaz. Hoy os contaré los destrozos tecnológicos más importantes de esta pequeña diablilla y como lo vivimos nosotros sus padres.

Como os digo esto viene de largo y ya hace un año de su primer gran destrozo. Recuerdo que estábamos recién aterrizados en nuestra primera casa, en la que estuvimos de alquiler unos 4 meses nada más. Desde siempre le hemos puesto música en YouTube para entretenerla, pero cuando no ella también mostraba mucho interés por el teléfono aunque solo fuera para tirarlo al suelo. El caso es que le dio por el móvil de mamá y lo reventaba en el suelo cada vez que a ella le venía bien y aunque intentábamos alejarla de él, un extraño magnetismo hacia que la niña siempre acabara con el teléfono en la mano. Usamos andador, no hace falta que me digáis que ahora están súper desaconsejados que ya lo sé, y eso fue el fin del pobre teléfono. Un día le dio por cogerlo y cuando mamá se quiso dar cuenta estaba golpeándolo contra la bombona de butano, haciendo su particular versión de las campanadas. Ya podéis imaginar como acabó el pobre teléfono, la primera gran víctima de esta pequeña destrozona.

Los Reyes Magos tuvieron a bien regalarle a mamá un móvil nuevo y pese a que juramos y perjuramos que la niña no lo tocaría eso nunca ocurrió. Si bien hay que decir que un accidente de mamá hizo que la pantalla sufriera su primer golpe, el resto ya fue cosa de la chiquitilla. Volvía a revolearlo en todos lados como y cuando le daba la gana, no es que seamos masoquistas, es que esta niña llega a todos lados y ya os cuento que tiene una habilidad asombrosa para acabar con el teléfono en la mano. La pantalla es digna de ser retratada como ha acabado, seguimos conservando el teléfono pero abandonado completamente porque ya se le caían los trozos de pantalla, una absoluta pena...

¿Ya? Os preguntaréis, y me toca responder que no, aún le quedaba su último gran destrozo. Con el teléfono ya habíamos escarmentado algo más así que decidimos que para que viera el YouTube mejor que cogiera la tablet de mamá, la única que había en casa en aquel entonces. Era nada más y nada menos que un Ipad, llevaba en la familia como 5 años u más y en unas condiciones estupendas, como recién comprado. Eso fue hasta la llegada de ella, comenzaron a descascarillarse y pronto empezaría a sufrir la pantalla al completo. Sí, tenía funda protectora pero no era lo suficientemente dura para aguantar a la pequeña bestia que tenemos en casa. Tantos golpes sufrió el pobre Ipad que acabó por no cargarse, uno de los golpes había movido la clavija y era imposible enchufar el conector. La pantalla también acabó hecha un asco y así es como perdimos el Ipad, lo único de Apple que había entrado en esta familia, y si las cosas no cambian así seguirá siendo. RIP Ipad de Lidita Swan.

Ahora mamá tiene su teléfono, y ya os digo que es bueno porque ya ha soportado alguna que otra trastada de Valeria sin daños visibles. Tiene una Tablet propia que sigue viva por una gran funda que le compramos y porque tampoco se la ponemos mucho, hemos optado más por ponerselo en la tele con Netflix, pero está tan acostumbrada a las pantallas que me toca el televisor para intentar cambiar el contenido.

Esperemos no tener que actualizar este tema más, será síntoma de que no tenemos que lamentar más pérdidas materiales por culpa de la chica. Podéis recomendarme marcas buenas de teléfono y tablet, a prueba de niños brutos si puede ser. Soraya Arnelas mejor que no lea este post porque es capaz de venir a decirme que mi hija se quedará tonta de ver el YouTube, un besi Soraya, no te enfades más con Yonocompropan.