El ser humano tiene la fea manía de prejuzgar a la gente antes de conocerla y nos pasa a todos, no queráis ir de santos nadie porque diría que es algo casi inevitable. Aclarar también que haré este post con un tono de humor en todo momento, aunque sé que alguien se ofenderá por ello. Sin más dilaciones, os presento mis primeras impresiones con las mamás y papás del colegio de mi hija, a los que solo llevo tres días viendo en la puerta.
Aunque solo estamos empezando con el periodo de adaptación, ya nos vamos encontrando todos los papás y mamás en la puerta del colegio y ya vamos viendo de que pie cojea cada uno. Tengo que confesar que no pudimos ir a la primera reunión, con razón porque estaba naciendo mi sobrina y hay prioridades en la vida. Eso solo pasa una vez y reuniones podemos concertar infinitas con la tutora de la niña a lo largo del curso.
El caso es que se acordó un periodo de adaptación en el que se divide a la clase en cuatro grupos, casi todos de cinco niños, y poco a poco los van mezclando para que se vayan conociendo. Lo mismo pasa con los padres en la puerta, al principio solo ves a los cuatro o cinco padres cuyos hijos están en el mismo grupo que el tuyo, y poco a poco se van sumando más a la marea de madres y padres de la puerta. Como os comentaba, y al faltar a la reunión, ni mi mujer ni yo estábamos en el grupo de la clase, cosa que ya hemos conseguido. Cuando se propone el grupo de la clase aparece el primer tipo de madre que todos vamos a encontrar en el colegio, o quizás eres tú misma (no lo niegues).
Aunque solo estamos empezando con el periodo de adaptación, ya nos vamos encontrando todos los papás y mamás en la puerta del colegio y ya vamos viendo de que pie cojea cada uno. Tengo que confesar que no pudimos ir a la primera reunión, con razón porque estaba naciendo mi sobrina y hay prioridades en la vida. Eso solo pasa una vez y reuniones podemos concertar infinitas con la tutora de la niña a lo largo del curso.
El caso es que se acordó un periodo de adaptación en el que se divide a la clase en cuatro grupos, casi todos de cinco niños, y poco a poco los van mezclando para que se vayan conociendo. Lo mismo pasa con los padres en la puerta, al principio solo ves a los cuatro o cinco padres cuyos hijos están en el mismo grupo que el tuyo, y poco a poco se van sumando más a la marea de madres y padres de la puerta. Como os comentaba, y al faltar a la reunión, ni mi mujer ni yo estábamos en el grupo de la clase, cosa que ya hemos conseguido. Cuando se propone el grupo de la clase aparece el primer tipo de madre que todos vamos a encontrar en el colegio, o quizás eres tú misma (no lo niegues).
La mamá cabecilla de grupo
La mamá cabecilla de grupo sale directamente cuando se pregunta quién se encarga de crear el grupo. La mayoría de nosotros nos acurrucaríamos, daríamos la vuelta, intentaríamos ser menos visible para evitar tener esa responsabilidad. Pero la mamá cabecilla no, ella es la que saca pecho, alza la mano y se pone manos a la obra. Algunos pueden pensar que es la típica enterada que quiere estar en todo, y no lo vamos a negar, casi siempre es así. Aquí ya ha salido este tipo de madre, la tenemos identificada y andamos con pies de plomo sobre su figura.
En todo colegio también hay un estilo de madre con un modus operandi característico y que raramente fallará en la puerta del colegio.
La mamá tras la puerta
La mamá tras la puerta es la típica que llega y se coloca justo detrás de la puerta para ser la primera en entrar a por su hijo. Verá amenazado su territorio si alguien llega antes y le quita su sitio, que ya es difícil porque pocos se ponen tan cerca de la puerta como si fuera la cola de un concierto. Al final todos nos acostumbraremos a ella y respetaremos que quiera ser la primera en entrar a diario, no vaya a ser que la criatura la eche en falta 30 segundos más.
Otra figura típica en la puerta de los colegios no es exactamente una mamá, aunque lo parezca y luego, como a mediado de curso con algo más de confianza, te enteres que estabas equivocado todo el tiempo.
La que parece la mamá pero no lo es
Lo normal es dar por hecho que los que estamos en la puerta somos los padres y madres de las criaturas, salvo evidente caso de abuela con sus años de más. Con esto de que hay muchos padres jóvenes (y por consiguiente, abuelos jóvenes), además de que cada vez se va retrasando más la edad de tener hijos, personas de cuarenta y largos no se hacen muy raros en la puerta de un colegio. Este es el perfil que nos va a dejar en shock durante el curso. Se camufla entre las madres fácilmente y la mayoría, menos la madre cabecilla (y/o, enterada), pensaremos que efectivamente se trate de una madre más. Luego te llevas la sorpresa cuando hablando cualquier día te enteres que su hija/o está trabajando y no pueden recoger a su nieta. Yo ya tengo mis sospechas sobre una de la puerta, que diría que es madre pero tengo mis dudas, veremos como avanza.
Otra ya identificada es la típica mamá joven de esta que no te inspira confianza desde que la ves, algo feo pero que a casi todas les pasa. Ella es...
La mamá choni
Se identifica rápidamente quizás por sus agujeros en la cara y por su apariencia de haber vestido botas de pelo y haber usado argollas de oro con moneditas. Todos son reacios en primer momento a este tipo de mamá porque la imaginas con mal carácter pero, creo que acaban siendo todas un encanto. A mi es que es una figura que no me echa para atrás, me he criado con gente así.
Después también tenemos a la mamá perfecta, la que lo tiene todo organizado y preparado desde el primer día, tanto que da hasta miedo.
La Supermamá
Te la ves a las 9.00 de la mañana perfectamente arreglada, su hijo/a con un peinado perfecto y una vestimenta que ni para la misa del domingo. Allí está ella con la mochila de su hijo, perfectamente etiquetada con su nombre, la bolsa con los libros, el desayuno del niño (aunque solo vaya para 45 minutos), sus papeles perfectamente rellenados, el baby de la tonalidad exacta que pidió la profesora. No le falta un detalle para dejarnos ver que es la mamá más preparada de todas y que el resto sois mierda pura por andar aún buscando libros.
Finalmente, vamos a terminar con otro arquetipo de mamá que podemos encontrar desde el primer día en la puerta del colegio.
La mamá sociable
A esta quizás te cuesta un poco verla porque está rodeada de otras personas. Desde el primer día hablando con el resto de madres como si se conocieran de toda la vida y ya al día siguiente se posiciona al lado de unas y de otras. Hará amistades con todo el mundo, tendrá una palabra amable para todos y nunca la verás esperando en la puerta en silencio. Tú también sabes de la mamá que te hablo, ¿Verdad?
Hasta aquí mis impresiones de las mamás, y papás (que aunque seamos menos, también los hay y pueden encajar perfectamente en estos perfiles). Nótese el humor, nótese que no es una crítica a estos "tipos" de mamá, solo una realidad que existen y todos lo sabemos, además de que pronto las encontraremos.
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