Padre pierde la Custodia por Fumar

Hace unos días saltó una noticia con un titular muy llamativo que seguramente todos habremos visto: quitan la custodia a un padre por fumar. La verdad que llama la atención en seguida y en esta país tenemos una horrible costumbre de dejarnos llevar por el titular y no entrar a leer la noticia por completo. La sociedad se ha dividido entre los que están de acuerdo por la medida y los que están llevándose las manos a la cabeza. En este post os daré mi opinión respecto al tema como padre fumador que soy.

Como os digo, soy padre y fumo, cosas que no son incompatibles y no hay nada de malo en ello, más allá de que estás perjudicando tu propia salud. Simplemente es cuestión de tener un poco de cabeza y de conciencia el darte cuenta de que tú eliges libremente joderte los pulmones, pero es algo que no debería afectar a los que están a tu alrededor y mucho menos si se trata de niños pequeños.

Es cierto que yo no sufro de una gran adicción al tabaco, fumo cuando salgo, en descansos del trabajo y cuando llego a casa me puedo pasar el día sin fumar. Si lo hago es porque aprovecho el momento de ir a tirar la basura o antes de dormir, pero esto lo hago siempre en una ventana y casi con medio cuerpo sacado por ella (si algún día veis en las noticias que un hombre ha muerto al precipitarse por la ventana al fumarse un cigarro seguramente sea yo). Cuando pudimos irnos a vivir todos juntos, teníamos una casa con dos terrazas a falta de una, por lo que evidentemente si quería fumar, salía fuera. Ahora vivimos en un piso y las opciones que hay son esas. Lo que está claro es que dentro de casa no se fuma y menos si la niña está delante.

Como os decía al principio, el titular es sensacionalista y busca lo que ha encontrado, polémica. Si alguien no ha entrado dentro de ese artículo al completo no se habrá enterado que ese hombre fumaba como un carretero incluso en la habitación en la que dormía con los niños. ¿Se puede ser más desconsiderado? Y todavía hay gente que no entiende la medida y aluden a que antaño, nuestros padres y abuelos fumaban delante de nosotros. Si lo que queremos es retrotraernos a la historia, pues mejor que cierren los supermercados y nos vamos a cazar al bosque. O, que quiebren las inmobiliarias y vayamos buscándonos una buena caverna en la que habitar. Pero que se puede esperar de un país en el que la fiesta nacional se trata de una barbarie contra un animal que viene de siglos atrás.

Otra de las muy comentadas reacciones son los típicos que dicen: ¿Si fuera la madre le hubieran quitado la custodia? Es que no entiendo porque todo tiene que acabar en una guerra de sexos y culpando al feminismo y cosas por el estilo. Aquí no se está mirando por si es hombre o mujer, se mira por el bienestar de los niños y, desde luego, un entorno lleno de humo de tabaco no lo es.

Para el que no se haya informado bien tampoco, es una medida que puede volver a revocarse cuando el padre deje de fumar. Si de verdad quiere a sus hijos y mira por ellos lo hará, y no antepondrá un vicio al cuidado de sus hijos. Pero de un señor que actúa de semejante manera me espero cualquier cosa. Para el que no se haya informado también y acusa a esa madre de quitarle los hijos al hombre, decirle también que él podrá seguir viendo a sus hijos, que lo que ha perdido es la custodia compartida. Hay tanta gente luchando por ella y no la han conseguido, que ver que una persona que la tiene la tira por la borda de la manera más estúpida es de locos.

Así que sí, soy un fiel defensor de la figura paterna en la crianza de los hijos, desde que nacen hasta que nos vayamos de este mundo. Defenderé nuestros derechos y lucharé cada día por que la custodia compartida siempre sea una realidad, cuando ambos progenitores tengan una vida totalmente normalizada. Pero en este caso, este padre está actuando de una forma nada beneficiosa para el bienestar de sus hijos y no solo estoy de acuerdo con la medida sino que la comparto.

El bienestar de tus hijos debería estar por encima de cualquier cosa en tu vida, mucho más de un vicio insano que es lícito que lo tengas pero no es lícito que hagas partícipe a tus hijos de él.