Nuestro primer viaje en familia

Este verano y sin tener ni idea de lo que estaba por venir, decidimos planear una escapada de última hora y tener nuestro primer viaje en familia. Podemos decir que mi hija ha tardado menos en visitar Madrid que yo, ya que nunca había estado en pleno centro, solo una vez me llevaron a Rascafría para una convención de Ecoescuelas con el Instituto. Hoy os contaré como fue este primer viaje, aunque la nena era aún pequeña lo disfrutó mucho.

No había pensamiento de tener vacaciones, primero por la situación económica y segundo porque mi jefe, ya ex jefe, no pensaba darnos días libres. Todo cambió cuando mi compañero pidió un par de días para irse por lo que me cedieron otros dos a mi. Así que tras mucho pensarlo planeamos un viaje express a Madrid, locura irte en verano a Madrid pero era un destino que nos salía bien de precio y que teníamos ganas de visitar. Mi mujer ha ido mucho pero yo, como ya os digo jamás había estado en el centro. Tuvimos suerte y encontramos una buena oferta para 3 noches en un bonito hostal en la zona de Chuecas, a una calle de la Gran Vía, así que disfrutamos mucho de todo.

Pasamos un calor horrible así que evitábamos salir a las horas de después de comer, reduciendo las visitas a la mañana temprano y luego dar una vuelta por la noche. Mi suegra tenía ganas de venir a Madrid, así que puso su coche y fuimos los 4 para allá, nos vino bien por varios motivos pero sobre todo porque pudimos contar con algo de tiempo en pareja cuando la nena se iba a dormir al hotel. Sufríamos mucho pensando en como iba a pasar el viaje, las 6 horas que separan Cádiz de Madrid pero de nuevo la suerte nos sonreía. La chica se pegó la mitad del viaje durmiendo y la otra mitad viendo la Peppa pig en el móvil y comiendo todo lo que le echábamos. Fue un viaje perfecto y para lo peque que era, se portó fenomenal.

Al llegar ya fue diferente y es que ella estaba en su periodo de independencia total y quería ir a todos lados andando, pero nos daba mucho miedo con tanta gente en la Gran Vía, así que la metíamos en el carro, a veces lo aceptaba y otra nos montaba el numerito para bajarse. Yo flipé con todo Madrid, solo había tenido una vista panorámica de la ciudad cuando viajé con el Instituto (cabe destacar que totalmente gratis), porque nos recogieron en Atocha y nos llevaron directamente hacia el albergue en la sierra. Visité el FNAC que nunca había estado en uno, estuvimos en los lugares más emblemáticos de la capital. El Retiro fue una gozada, fuimos al caer la noche y la peque se hartó de correr por todo el parque como una loca, lo disfrutó de lo lindo.

En general el viaje fue genial, tuvimos tiempo para muchas cosas aunque nos quedaron otras pendientes. Mucha gente nos decía dejad a la niña aquí y os vais vosotros pero es algo que en ningún momento se nos pasó por la cabeza. Estaba claro que no íbamos a poder hacer las mismas cosas con la niña que solos, pero es que la niña es nuestra y nos da exactamente igual amoldar el viaje para que todos podamos disfrutarlo por igual. No podíamos salir con tanta calor con ella, pero en el hostal nos dio grandes momentos y es que con esta niña no te aburrirás nunca.

Así que nuestro primer viaje fue algo muy sencillo, muy austero pero que seguro jamás lo vamos a olvidar. Esperemos que el tiempo nos dé para seguir enseñándole mundo a nuestra pequeña y que pueda disfrutar de lo que yo no pude.